DE CHIQUILÍN TE MIRABA DE AFUERA…
- ¿Mamá por qué hay tanta gente enfrente de casa?
- Porque es el Almuerzo de la Sociedad de Fomento.
- Ah… ¡Vamos! ¡Seguro hay muchos nenes para jugar!
Con la inocencia de todo niño, pensaba que cada año el primer domingo de junio había una fiesta en la Sociedad de Fomento y Defensa Agraria, y con mis ansias de jugar era imperativo que mi mamá me llevara.
Esa fue mi primera aproximación a dicha Institución, que por esas cosas del destino quedaba justito enfrente de mi casa.
Con el tiempo aprendí por los cuentos de mi papá, que su abuelo Julio Forli, había sido uno de los socios fundadores, ejerciendo la Presidencia de la misma en 1933, y que esos fríos domingos de junio eran mucho más que un almuerzo. Eran sus Asambleas Anuales Ordinarias, donde se investía a sus autoridades, y se rendía cuenta de lo actuado en el año.
Además de los Socios concurrían invitados, (como en la actualidad) entre los que se encontraban las Autoridades Nacionales y Departamentales, Presidente de la República, Ministros, Senadores, Diputados, Intendentes y los representantes de los diferentes partidos políticos.
Claro que aquellas lejanas Asambleas eran multitudinarias. Con asombro veía estacionar en toda la explanada de la Centralidad de Paso de la Arena, en la Estación de Don Juan Otero, por todo Camino Tomkinson, la hoy cancha del Huracán y, hasta en mi propia casa los camiones de toda la familia de la granja y bodegas, que vivieron su apogeo por aquellos tiempos.
La vida me llevó por otros caminos, pero al seguir viviendo en el mismo lugar, siempre merodeé esas Asambleas.
Hasta que hace dos años un directivo de la institución el Dr. Rómulo Guerrini y su señora me invitaron a concurrir a la misma.
Entré azorada, ya no eran multitudinarias, pero el espíritu granjero seguía intacto, aquel que llevó al bisabuelo y sus vecinos a fundarla.
Aquel que hizo del Sector Productivo Agrario, una de las bases del país.
Hoy formo parte de la novel Comisión de Mujeres de la Sociedad, quienes guiadas por la experiencia de Gianella Gallo y la maestra Susana Doval, directiva y secretaria de la Comisión Directiva de la SFDA, esperamos aportar nuestro grano de arena para volver a colocar a la Granja como una de las locomotoras que impulsará a nuestra República.
Raquel Paradelo


Una Vida Dedicada al Campo
Mi nombre es María Celia Machín y me dedico a trabajar en la granja junto a mi esposo.
Entre mis tareas principales está el cultivo de frutillas, que preparo con dedicación para enviar al mercado, así como también plantas aromáticas, que cultivo en macro túneles y destino a la venta.
Mis días comienzan muy temprano: primero organizo la casa, luego alimento a los animales y, una vez terminadas esas tareas, me dedico de lleno al trabajo del campo.
Además, me gusta participar de talleres de manualidades, una actividad que disfruto mucho. También formo parte de la Comisión de Mujeres de la Sociedad de Fomento Rural Paso de la Arena, un espacio muy valioso de encuentro y colaboración entre mujeres del medio rural.
Tengo dos hijos adultos e independientes, por lo que actualmente vivimos y trabajamos solos con mi esposo en el campo.
La vida en el campo llena mis días y le da sentido a mi vida. Es una forma de vivir que valoro profundamente.
¡Muchas gracias por la oportunidad de compartir un poquito de mi historia!



“El futuro del campo también se escribe con manos jóvenes”
Me llamo Valentina Perrone Simoes, tengo 25 años y vivo en Montevideo Rural desde que nací.
Soy parte de la cuarta generación de una familia dedicada a la vitivinicultura y la fruticultura, y aunque hoy mis caminos me llevaron a estudiar enfermería, (carrera que estoy finalizando con mucho compromiso) nunca quise alejarme de mi lugar, de mis raíces ni del entorno rural que me formó.
No soy yo quien trabaja la tierra directamente: ese rol lo siguen cumpliendo con amor y experiencia mis padres, como lo han hecho toda la vida. Pero sí decidí quedarme, apostar por este lugar y buscar una forma de seguir vinculada al medio rural desde otro lugar. Así nació mi proyecto de alojamiento, que hoy está en plena etapa de regularización.
No es un alojamiento cualquiera. Es un espacio donde las personas pueden descansar, celebrar pequeños eventos, pero también reconectar con la naturaleza y conocer de cerca lo que muchas veces damos por hecho: los montes de ciruelos, limoneros, naranjos y la viña. Cada vez que se da la oportunidad, organizamos recorridas por el predio y explicamos el trabajo que se realiza en el campo. Lo hacemos en familia, con la ayuda de mi padre y mi madre.
Una de las experiencias que más me marcó fue la de un niño que vino con su familia a pasar el día. Cuando vio un limonero cargado de fruta, lo miró asombrado y dijo: “yo pensé que los limones salían de la heladera del supermercado”. Esa frase, tan sencilla, me tocó profundamente. Me hizo entender aún más, la importancia de abrir las puertas del campo, especialmente para las nuevas generaciones que están creciendo cada vez más desconectados de la naturaleza y de la tierra.
Además, hoy me encuentro participando con mucho entusiasmo en un proyecto junto al grupo de mujeres de la Comisión SDFA. Es la primera vez que formo parte de una iniciativa de este tipo, y me siento muy motivada. El proyecto está enfocado en el manejo sustentable del agua, con acciones concretas como la recuperación de aguas grises y la recolección de agua de lluvia para el riego, algo fundamental en verano, cuando la escasez se siente.
También comenzamos con la plantación de un monte de naranjos, apostando por una producción más diversa y sostenible.
Compartir estas experiencias es una forma de generar conciencia sobre el valor del trabajo en el campo y la importancia de un uso responsable de los recursos naturales. Como futura licenciada en enfermería, cada vez tengo más claro que la salud no es solo algo que se atiende dentro de un hospital. La salud también se construye en el día a día, en lo que comemos, en el agua que usamos, en el aire que respiramos y en el entorno en el que vivimos.
Como afirma la Organización Mundial de la Salud, “la salud no es solo la ausencia de enfermedad, sino el equilibrio entre el cuerpo, el entorno y las condiciones de vida”. En ese sentido, el medio rural ofrece una conexión única con ese equilibrio. Cuidarla tierra y cuidar a las personas, en el fondo, es parte del mismo compromiso.
Yo no vine a cambiar lo que hicieron mis padres, vine a renovarlo desde mi lugar. Aportando nuevas miradas, nuevas formas de habitar el campo y de cuidar lo que otros cuidaron antes que yo. Porque, aunque no trabaje la tierra con mis manos, la cuido con mi presencia, con mis proyectos y con la convicción de que se puede crecer sin irse, quedarse sin estancarse, y aportar sin romper con lo anterior.
El futuro del campo también se escribe con manos jóvenes, con sueños nuevos y con respeto por lo que nos dejaron.


En la jornada de domingo 5 de octubre
La SFDA abre sus puertas en el marco del Día del Patrimonio
Este domingo 5 de octubre, en el marco de la celebración del Día del Patrimonio, la Sociedad de Fomento y Defensa Agraria (SFDA) abrirá sus puertas al público, invitando a la comunidad a compartir una jornada de memoria y reconocimiento.
Los asistentes podrán recorrer la Fotogalería, que hasta hace pocos días se encontraba en la Plaza de la Equidad y que a partir de ahora pasará ser itinerante y recorrerá distintos espacios, centros sociales y culturales.
La muestra que recorre en imágenes momentos significativos, instituciones del barrio y vecinos destacados por su labor social y cuyo aporte ha dejado una huella en la historia local.
Entre esos homenajeados se encuentra el Dr. Rómulo Guerrini, vecino reconocido por su compromiso social y actual directivo de la SFDA; ofrecerá una disertación sobre la historia del barrio y de la Sociedad de Fomento, institución que, a lo largo de sus 94 años, ha sabido sembrar y cosechar vivencias cargadas de esfuerzo, compromiso y trabajo colectivo, siempre apostando al desarrollo del sector rural como forma de vida.
Vale precisar que los ómnibus gratuitos destinados a descubrir La Ruta del Espinillo, -actividad que damos cuenta en otra página de esta misma edición- culminará su recorrido en la SFDA, para que también esos visitantes disfruten la muestra y conozcan un poco más de la rica historia de este querido rinconcito de montevideano. La actividad es organizada por la Comisión de Mujeres de la Sociedad de Fomento, con el respaldo de la Comisión Directiva y el valioso apoyo logístico del propio Dr. Guerrini.