Partiendo de la base de que se conoce el entorno y la problemática general que tiene, recordemos que hace décadas se había comunicado la calle Silvestre Ochoa con la Avda. de los Deportes, por lo que se podía pasar con auto desde La Barra hasta Camino de la Redención.
Y Fue necesario poder pasar sobre la Cañada de las Mulas y el Arroyo San Gregorio, que desembocaban en el Río Santa Lucía.
Se optó por hacer un solo puente, fue sobre el San Gregorio. Rellenando con tierra la zona por donde pasaba Las Mulas.
El cauce de esta cañada, que se había cortado y cerrado, se dirigió haciendo un canal importante de comunicación, hacia el San Gregorio.
La cuenca de las Mulas, que recibe el agua de lluvia, llega hasta Camino O’Higgins.
La del San Gregorio hasta la Ruta 5. Reciben y conducen mucha agua. Toda el agua sumada de las dos cañadas se dirigió a pasar bajo el puente construido en ese momento sobre el San Gregorio. La profundidad natural de este arroyo era de 2 metros, ahora bajo el puente hay 7 metros de profundidad. Tenemos dos arroyos sumados, que pasan bajo un puente, y que están socavando la base del mismo. Sobre él transitaban camiones, acortando el camino entre la ruta 1 y 5. Las autoridades en previsión del colapso del puente cortaron el pasaje por la zona drásticamente, sacando el relleno de la calzada que habían hecho sobre la cañada de Las Mulas.
Ya se había reparado el puente colocando unas pantallas de sostén que al momento se han deteriorado, así como el hormigón de la estructura que muestra el hierro al descubierto en muchos puntos.
La cañada de Las Mulas solo deja pasar agua cuando está crecido, puesto que se ha modificado un poco su cauce original que prefiere correr por el canal que la une al San Gregorio, que tiene mucha importancia. Por lo que sigue el proceso de socavamiento del puente.
Esto es muy destructivo. La acumulación de agua de lluvia en las cuencas sumadas, genera una gran corriente de agua que pasa bajo el puente. Igualmente, el movimiento de mareas en el Río de la Plata y el Santa Lucía, que pueden tener 3 metros de altura, mete o saca grandes masas de agua que circulan con mucha velocidad arrastrando el fondo.
El estrechamiento del cauce por los pilares del puente, es compensado por una mayor profundidad que realiza la corriente, el agua quiere pasar. Hay un aliviador que atraviesa la Avda. de los Deportes, y que regula la altura del agua
del bañado, funciona solo con grandes crecientes y conduce el agua al Arroyo Melilla (Pista de Regatas).
La desembocadura de Las Mulas en el Santa Lucía, por más de 50 años no se produjo, estaba cortada y desviada. Pero es justo allí donde están la PNN, el muelle público, las barcas de pesca artesanal, los clubes Náuticos y el Varadero. Toda esta zona no tiene profundidad y se llenó de barro y juncos. La actividad náutica solo se puede realizar si está crecido, incluso el remo. Las barcas de pesca no tienen donde trabajar y se desparraman donde pueden.
El muelle público, con agua normal, no tiene acceso para embarcaciones.
La Prefectura tiene sus embarcaciones a bastante distancia, en otro lugar donde pueden tener suficiente agua para maniobrar. Ahora no se ven embarcaciones en el puerto, como se veían antes.
La acumulación de barro en la desembocadura desconectada de Las Mulas, obedece al mismo fenómeno que se produce en el Puerto del Buceo o el de Montevideo. La pérdida de velocidad del agua, que trae sedimentos, hace que los mismos se depositen en el fondo.
Sumado al hecho del régimen estuarico del Río de la Plata y el Santa Lucía que permite que los sedimentos en suspensión al encontrar agua salada y por lo tanto un medio conductor por el cual las cargas eléctricas se atraen y forman un
flóculo lo suficiente pesado, puedan precipitar.
Acelerando la corriente de agua a más de 3 Kt. comienzan a ser arrastrados.
La construcción del puente nuevo sobre el Santa Lucía, en la ruta 1, con formación de ataguías de tierra para sus fundaciones, y posterior anegamiento, dejando la tierra en la zona, incorporó más barro en el puerto.
Una posible solución
Consiste en tapar parcialmente el pasaje de agua bajo el puente del San Gregorio, con bloques de piedra y hormigón de reparación de calles, realizando un firme para el puente.
El agua del bañado saldrá como lo hacía naturalmente antes del cierre de Las Mulas por esos dos causes.
Incluso regulando el estrechamiento aludido y estando comunicados los dos cursos de agua, se puede hacer pasar más agua por Las Mulas, que ahora está abierto en su salida, de tal forma que se mueva el barro depositado en el Puerto de Santiago Vázquez.
La Pista de Regatas no se verá afectada por la obra sugerida, quedará con la poca profundidad que tiene ahora. La misma pertenece al sistema independiente del Arroyo Melilla.
El puente del San Gregorio, ahora, no comunica nada. Está aislado en el medio del humedal.
Se ha dejado de esa manera porque su base ha perdido el firme, se puede caer provocando algún accidente. Una obra debe de sostener su propio peso más la carga a la que será sometido. En el caso es posible que no soporte ni siquiera su estructura.
La solución propuesta lo refuerza. En sí mismo es una obra de ingeniería importante.
Se construyó sobre terreno totalmente sedimentario por varios metros de profundidad.
Dirigiendo más agua sobre la salida de Las Mulas, dada la comunicación existente, el Puerto pasará a tener mayor profundidad puesto que el barro será arrastrado en este caso hacia el cauce del Santa Lucía, que tiene 18 m. de profundidad en la zona.
Esta obra es barata, es fácil, está todo dispuesto para hacerla, se puede realizar en etapas. Es llevar la situación a como estaba naturalmente, lo cual asegura el equilibrio del sistema.
Es hacer algo. No quedar mirando.
Enrique Gudynas - 099 210 949
Patrón de Cabotaje y Pesca.