Dos de las personas que trabajaron junto a los vecinos para recuperar la historia del barrio Paso de la Arena, en el programa “Cuenta la ciudad desde tu barrio”, son Marco Rodríguez y Priscila Fripp, pasantes de la IM y estudiantes de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación – Udelar. Para conocer cómo fue esa experiencia y qué les deja tantas historias y anécdotas trasmitida por los vecinos, e instituciones, LA PRENSA DE LA ZONA OESTE, conversó con los jóvenes estudiantes

.Cuenta la ciudad desde tu barrio es un proyecto promovido por la Intendencia de Montevideo. ¿En qué consiste?
El proyecto forma parte de la conmemoración por los 300 Años de Montevideo. Consiste en la organización y concreción de ciclos de talleres en distintos barrios de la capital, durante los cuales se intercambia junto a los vecinos y las vecinas sobre qué significa el barrio y sobre cuáles memorias entienden como esenciales para comprender esa identidad barrial.
El propósito de “Cuenta la ciudad desde tu barrio”, es aportar a la reconstrucción de la historia de Montevideo, con la particularidad de hacerlo desde la memoria que albergan los vecinos y vecinas de cada uno de sus barrios. Es un proyecto que busca entender la ciudad desde quienes la habitan, priorizando aquello que atesoran y rememoran más sobre lo que su barrio era y es.

¿Quiénes integran el proyecto, y cómo se involucra la Facultad de Humanidades con el mismo?
El proyecto es organizado por la Intendencia de Montevideo en convenio con la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación – UdelaR. Es ejecutado a través del trabajo en territorio de un conjunto de 12 pasantes de la IM, todos los cuales somos estudiantes de la FHCE.
La participación de nuestra facultad se da principalmente a través de nuestra labor, pero también mediante la actividad de un grupo de docentes que coordina y supervisa al total de pasantes.
A su vez, un conjunto de trabajadoras y trabajadores sociales de la IM apoya a los distintos equipos de pasantes en el establecimiento de contactos y en la coordinación de reuniones con entidades e instituciones barriales.

¿Cómo fue la selección de los estudiantes para integrar los diferentes equipos de trabajo?
Los 12 que formamos parte del proyecto fuimos seleccionados a través de un llamado abierto a estudiantes de las licenciaturas en Historia, Letras y Antropología de la FHCE. Posteriormente nos organizamos por duplas, cada una de las cuales trabaja en un barrio particular de forma simultánea. A la hora de conformar estos equipos se priorizó la diversidad de saberes, a través del emparejamiento de estudiantes de Historia con otros de licenciaturas diferentes.

¿Cómo fue la planificación y el trabajo con los vecinos e instituciones?
La modalidad de trabajo del proyecto implica, inicialmente, un acercamiento a los Concejos Vecinales y Centros Comunales Zonales, junto a los cuales se colabora a lo largo de todo el ciclo, (que dura entre tres y cuatro meses). Junto a éstos, en reuniones abiertas a otras instituciones y vecinos interesados, se definen las fechas, horarios y locaciones de los talleres. A su vez, los concejales y otros vecinos nos ayudan a establecer contactos con instituciones locales y personas de interés: clubes sociales y deportivos, centros culturales, centros educativos, comisiones y comités, organizaciones sociales, comercios destacados, etc.
Nos acercamos a estos espacios y figuras para realizar entrevistas y concretar reuniones, con la intención de sumar su presencia y aporte al ciclo de trabajo en el barrio. De esta forma, trabajamos construyendo redes que nos permiten diversificar las memorias recopiladas y ampliar los contenidos de los talleres y de los posibles materiales resultantes.

¿Cómo se seleccionaron los barrios a trabajar?
Exceptuando el caso de los seis primeros barrios piloto trabajados durante la segunda mitad de 2023, los barrios fueron seleccionados por los Concejos Vecinales. A éstos se les solicitó, antes de iniciar el proyecto, que indicaran cuáles barrios, (abarcados por los límites de su CCZ correspondiente) era de interés que se trabajaran.

¿En qué barrios les tocó trabajar?
En nuestro caso trabajamos en La Unión en 2023, en El Prado y Paso de la Arena en 2024 y en Cerro Norte en 2025.
“La experiencia en Paso de la Arena fue verdaderamente maravillosa”

¿Conocían las peculiaridades de esta zona del Oeste capitalino? ¿Cómo fue la experiencia con los vecinos de Paso de la Arena?
El trabajo en Paso de la Arena y el intercambio con sus vecinos fue una experiencia verdaderamente maravillosa y gratificante. La gran disposición que exhibieron todas las personas con la que intercambiamos por aportar al ciclo de trabajo sus memorias, fotografías, documentos y, sobre todo, energía y optimismo, han sido un elemento muy memorable para nosotros.
Ninguno de los dos estábamos familiarizados con la historia de la zona, lo que supuso tanto un desafío como una oportunidad. No solo de adquirir nuevos conocimientos, sino también nuevas perspectivas a la hora de abordar la trayectoria de un barrio en constante y acelerada transformación, y en el que aún coexiste lo rural con lo urbano, por nombrar solo uno de los aspectos que hacen a Paso de la Arena un barrio que se distingue del resto de la ciudad.

Además de lo enriquecedora de la experiencia… desde la perspectiva histórica y social, ¿qué deja a la comunidad, a la IM y a ustedes, este trabajo?
En términos generales, este proyecto deja un antecedente, ciertamente no el primero, que demuestra que se puede y se debe reconstruir la historia no solo desde las hazañas de los “grandes nombres”, sino también desde las experiencias cotidianas de las personas.
De forma más concreta, el conjunto de memorias, documentos, fotografías y otros materiales que se acumularon durante el proyecto, algunos expuestos en los talleres y otros difundidos a través de materiales elaborados como síntesis, (fotogalerías, folletos, revistas, entre otros), permitió extender a vecinos más jóvenes realidades que no conocieron e información de la que no disponían. Esto es de gran importancia, sobre todo en barrios más periféricos, donde no se cuenta con suficientes espacios accesibles que preserven y divulguen materiales sobre su historia, mientras que en zonas más céntricas hay numerosos museos y centros de investigación dedicados a ello.
Para la Intendencia, deja la confirmación de que en Montevideo existe una necesidad por preservar el pasado histórico y la memoria de los barrios, una necesidad que nos expresaron los vecinos y vecinas en múltiples ocasiones y que debe ser satisfecha.
En lo personal nos aporta una nueva perspectiva de Montevideo. En nuestro caso, como estudiantes provenientes del interior muchas veces se comprende a la capital como una entidad única. Es la Capital. Sin embargo, este trabajo nos permitió acercarnos a una Montevideo distinta, una repleta de un universo de identidades, cada una distinta, cada una con su propia historia, con sus propios símbolos y espacios; algunas veces en conflicto, otras cooperando, pero siempre aportando a la transformación y vida de toda la ciudad.

“Existe una necesidad por preservar el pasado histórico y la memoria de los barrios”

¿Creen que se debería continuar en esta línea de rescatar de la memoria de los barrios, contada por los propios protagonistas?
Sin duda alguna. Los barrios de nuestra capital están en constante cambio, sus límites, sus características, incluso sus nombres cambian, y con el paso del tiempo las personas que conocieron esas iteraciones de los barrios se van y con ellas sus memorias; muchas veces sin haber dejado nada escrito que nos permita entrever cómo experimentaron el barrio de su tiempo. Si la historia de
Montevideo también se ha de contar desde las experiencias de sus habitantes, como así lo creemos, es esencial continuar ofreciendo espacios como los que intentó brindar este proyecto.